26 de Abril de 2025
La segunda presidencia obradorista ha consolidado el control de los medios públicos, alineándose con la polémica propuesta de Claudia Sheinbaum para regular las telecomunicaciones, lo que ha generado preocupación. Desde la transición presidencial, se depuraron los canales públicos eliminando voces críticas, incluso de izquierda, y restringiendo la pluralidad.
Durante el gobierno de Claudia Sheinbaum, la comunicación pública ha dado un giro hacia el control ideológico y la exclusión de voces críticas, continuando y profundizando la tendencia iniciada en el sexenio obradorista. La propuesta de Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, impulsada sin consulta ni debate, busca centralizar el control del espectro radioeléctrico e internet en un organismo alineado con el poder, eliminando reguladores autónomos. Esta política refleja un proyecto de Estado sin contrapesos, donde el gobierno asume que su mayoría le otorga legitimidad absoluta para decidir. Aunque la iniciativa incluye aspectos positivos como la simplificación de trámites y mayor cobertura, preocupa que el objetivo principal sea consolidar el dominio narrativo, sacrificando la pluralidad, la libertad de expresión y el equilibrio democrático.